Podríamos llevar estas vivencias a relacionarlas con la conocida frase que tanto ruido hace : Hay que vivir el momento... No está en tela de juicio negar el presente y todo lo que implica como valorar los instantes y ser feliz con lo que se está viviendo. Sino hablar sobre la diferencia entre vivir los momentos únicamente sin transformarlos en experiencias que nos llevan a cambiar nuestro ser , Acumular experiencia es analizar es crear algo nuevo adentro de uno, hasta hacer que nuestro ser cambie y nos transforme por aquellos que hemos vivido.
Que diferencia sería vivir un momento de amor con alguien identificarlo, aprender algo de esa viviencia para crear algo nuevo en nuestro ser y transformar esa vivencia en una experiencia...
La pura diversión por si misma sin experimentar una experiencia no es enriquecedora.
La obra de Proust es una narración de sensaciones y detallista. Tal como describe lo que rememora al saborear una magdalena, “esos bollos cortos y abultados que llaman magdalenas”, y oler el aroma del té y describir como “me lleve a los labios una cucharada de té en la que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar me estremecí…”. Con la misma precisión tratará los sentimientos, a los que sitúa en diferentes puntos de vista y circunstancias, exponiendo en cada caso una nueva descripción, “…todo eso, pueblo, jardines, que va tomando forma y consistencia, sale de mi taza de té”. Analiza los átomos de los sentimientos y de las percepciones: “si deseamos comprender lo bonita que ha sido una mujer no basta con mirarla, hay que traducir facción a facción“. Tal como saborea el té con la magdalena lo hace con el beso a Albertina. by Ramiro Pinto
Hay personas que tienen muchas vivencias y pocas experiencias.