Cuando votamos no elegimos, por la apariencia física, sin embargo, la presencia, el lenguaje del cuerpo junto con lo que se percibe, como primera impresión, es desde ahí, donde empezamos a formarnos una idea sobre el candidato y futuro
David Cameron saco el 32,9% de los votos. Eligió un estilo casual, sin corbata, mangas arremangadas y salidas en bicicleta. Le dio mucha importancia a su apariencia física, con la misión de cambiar la imágen del partido conservador.
En pocas semanas logro encabezar la lista. También llamó la atención el modo como su mirada seducía las cámaras de televisión al mirarlas directamente en los debates televisivos, dirigiéndose al público.